


Para diseñar la marca, se realizó un trabajo de relevamiento muy apasionante sobre el bordado, específicamente del mexicano y peruano. Los conceptos que se extrajeron de ese análisis, para darle dirección a las decisiones de diseño fueron vibrante, decorativo y simetría. Se trabajó sobre la figura de una flor, sin perder de vista la segunda lectura: la luz, el sol. Tanto la marca como el posterior desarrollo de identidad se apoyó sobre la idea de lo artesanal.